A mi querido lector le haré saber, aunque no nos hayan presentado, que con sólo tocar mi papel noto su piel de mucha calidad. Demasiada para mi tosco rango. Al deslizarse en él, me ha recordado el espectáculo de ágiles patinadores sobre hielo, aunque en un ambiente más cálido.
Ha sido un contacto refrescante y volátil, aire y seda enlazados en un agradable roce.
Aunque no nos hayan presentado, adivino, querido lector, que su gesto es fiel retrato de su finura. Y, aunque leve y fugaz, se ha imprimido con tinta invisible y permanente, en las breves líneas de este desconocido autor.
AIRE Y SEDA: Carmen, que manejas la metáfora del papel, cuando nuestros textos, en EL ESPÍRITU DE LA ALHÓNDIGA, son fruto de pulsiones telemáticas...
ResponderEliminarQuerido Pedro: siempre he preferido escribir en papel vulgar y tachar mucho.
ResponderEliminarY, por supuesto, que cada uno escriba como Dios le dé a entender. ¡No era un reproche! Abrazo...
ResponderEliminarGracias por tus comentarios, Pedro. ¿Estás bajo sol? Un abrazo
ResponderEliminarHola Carmen seguro que no te acuerdas quien soy, te doy alguna pista, viaje a Tánger, tu viaje a Madrid.... Me gustaría saber de ti, si no te importa. Un saludo fuerte. Fernando.
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