jueves, 31 de mayo de 2012

Preparando el 'Espíritu de la Alhóndiga'


Encuentro en Haro (18 de mayo de 2012)

Asistentes a la convención reunidos en los salones de las bodegas de “La Rioja Alta”. Las obras de arte que cuelgan de las paredes son parejas en grandeza a las creaciones literarias de los personajes que conforman la reunión. (En esta foto faltan los anfitriones, Ángeles y Carlos).

La Convención tuvo como resultado la resolución de crear una Asociación para dar continuidad a los encuentros de los miembros del Taller de Literatura Viva de la Alhóndiga de Bilbao.


Se decidió por unanimidad que dicha entidad se llamará “Asociación Literaria Espíritu de la Alhóndiga”


Se determinó que inmediatamente se empezarían a hacer los trámites oportunos para el registro de la Asociación en el Departamento correspondiente del Gobierno Vasco, como indica la ley.


Incansables en su tarea, decidieron trasladarse a Baños de Rioja, pueblo natal de Sixto Camero Tecedor que se convirtió por obra y gracia del destino en “el espíritu de la Alhóndiga”.


A la vera del río Oja y protegida de los aires del norte por un montículo redondeado por vientos boqueados durante siglos, se encuentra el pequeño pueblo de Baños de Rioja.


Como otros pueblos agrícolas, tiene una Calle Mayor en donde se encuentra la Iglesia, el palacio-torre que perteneció a los señores del lugar, algunas casas con fachada de piedra y otras, la mayoría, de sencilla construcción.


Entre ellas, la que albergó el nacimiento en 1881 de Sixto Camero Tecedor que, por circunstancias cruzadas en su destino, se convirtió años más tarde en el espíritu de la Alhóndiga de Bilbao.


Esta casa también tuvo como testigo los juegos de Sixtito con un primo hermano con el que compartía nombre y segundo apellido y que llegó a ser un prestigioso científico como atestigua la placa en su honor colocada en otra edificación de la calle Mayor.


Muy dispar destino el de ambos primos. Mientras uno optó por estudiar, el otro prefirió quedarse en el pueblo y adoptó el oficio de mulero. Este trabajo le permitía conocer parajes y gentes nuevas. Su carreta cargada con pellejos de vino y tirada por mulas se hizo familiar en lugares tan lejanos como Bilbao.

Fue en esta Villa donde le sorprendió la muerte la madrugada del miércoles, 21 de mayo de 1919.


Sixto había ido a entregar su carga de vino a la Alhóndiga como había hecho en otras ocasiones. Su cuñado, que trabajaba en el almacén de vinos, le abrió la puerta de una de las cúpulas para que pasara la noche. Estaba agotado y había bebido más de la cuenta. El candil que iluminaba la estancia se volcó y eso fue el comienzo de uno de los incendios más grandes que ha conocido Bilbao.


Las llamas duraron varios días y en él falleció un bombero al que le cayó una cornisa cuando trataba de sofocar el fuego El resto de la historia la cuenta el mismo en el relato colgado en la página “el espíritu de la Alhóndiga” del taller de literatura viva de la Alhóndiga de Bilbao.


Algunos componentes de dicho taller quisieron conocer el pueblo de donde salió Sixto para convertirse en lo que es hoy.


Fue una visita muy reveladora. Supimos por algunos de sus 82 habitantes actuales que los habitantes de Baños de Rioja siguen teniendo el mismo buen humor que tiene nuestro Espíritu. Como ejemplo de ello nos contaron que el lugar donde algunos se reúnen al atardecer lo llaman el Parlamento porque cada noche se despiden diciendo: “Hablaremos del gobierno”; a una casa solitaria que preside la plaza, la llaman la Moncloa; a un pequeño rincón con hierba y dos bancos que hay junto al cementerio lo llaman el parque de El Retiro.


El monumento más destacable que se conserva en el pueblo es la llamada “Torre de Leiva”, ahora convertida en hotel.


Este edificio con muros de casi metro y medio de grosor formaba parte de una fortaleza que disponía de foso, muralla y baluarte defensivos.


El pueblo y la torre pertenecieron a la familia Leiva desde finales del siglo XIV.


Anteriormente, formaban parte de las extensas posesiones de los López de Haro.


También pertenecieron al Monasterio de San Millán de la Cogolla.


Eran tierras fértiles de las que ambicionaban ser titulares tanto abades como nobles.


Los pobres campesinos pasaban de amo en amo junto con las tierras y las casas. Sus destinos no dependían de sí mismos, sino del amo que les tocara en suerte. Unas veces déspota y despiadado y otras, simplemente exigente, pero siempre ambicioso de poder y de riqueza.


En el año 1254 aconteció un hecho que ha pasado a los anales de la Historia de La Rioja:


Don Diego López III de Haro, señor de Vizcaya y abuelo del fundador de la Villa de Bilbao, también era titular del feudo de Baños.


Estaba casado con doña Constanza de Bearne y Aragón y tenían cinco hijos: Lope, Diego, Urraca, Teresa y Sancha.


Había sido un año de malas cosechas debido a la persistente sequía. Los graneros y las despensas del amo no estaban lo suficientemente llenas y los campesinos estaban sufriendo las crueles consecuencias.


El pueblo era famoso por sus aguas termales y, aunque los señores apenas visitaban el lugar, aquel año Don Diego decidió instalarse en su fortaleza de Baños de Rioja con la intención de tomar las aguas, ya que padecía fuertes dolores a causa del reuma.


Las fidelidades de López de Haro variaban entre Don Fernando, rey de Castilla y el rey de Aragón, pariente de su esposa. Dependía de quién le otorgara más prebendas.


Doña Constanza había influido en sus hijos para que éstos fueran más favorables a su pariente. También el abad del cercano monasterio de San Marcos era partidario del rey de Aragón. Sin embargo, Don Diego se había reconciliado con el de Castilla Don Fernando el Santo y, al morir éste, con su hijo Alfonso X el Sabio.


Respecto a los siervos y campesinos, simplemente cumplían órdenes para sobrevivir.


Una mañana López se introdujo en la poza de aguas termales para aliviar sus dolores como lo hacía todos los días. Al punto empezó a gritar de dolor. Su piel se encogió con rapidez. Cuando sus criados le sacaron de la humeante agua, Don Diego agonizaba pidiendo asistencia para el alma y el cuerpo.


Nunca se supo por qué aquella mañana el agua se calentó más de lo habitual. Tampoco tenía explicación alguna el hecho de que nadie acudiera inmediatamente en su ayuda. Pero lo más extraño fue que el grano acumulado en el almacén apareciera impregnado de la sangre de algunas cabezas de ganado que habían sido descuartizadas.


Es curioso que Don Diego pasara a la Historia como “el Bueno” o “el Malo” según quien escribiera su biografía.
Sol Aguirre

domingo, 20 de mayo de 2012

Ilu Cambero finalista del Premio Café Compás

María I. Cambero Serrano ha resultado finalista del XV Certamen Literario de Relatos Cortos Café Compás (Memorial Rafael Martínez Sagarra) que organiza la Asociación Literaria y Cultural vallisoletana "Café Compás". El certamen, bajo el tema "Sueños de Eros", establecía un primer premio de 1.500 euros, así como dos accésits, uno de 500 euros y otro dotado con una serigrafía de Daniel Carrascal Platero con el motivo del cartel ilustrativo del concurso. Incialmente se han seleccionado un total de diez relatos finalistas entre los que se encuentra el titulado Baile de máscaras, de Ilu Cambero. El acta del jurado con el orden definitivo de los finalistas se publicará antes de la entrega de premios que se celebrará el jueves 14 de junio de 2012 a las 20:00 horas en el Paraninfo de la Universidad de Valladolid.

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