viernes, 29 de julio de 2011

NATIVIDAD ESQUIU: "Con vosotros aprendí"

Con vosotros aprendí que un orangután puede dar miedo aunque esté a dos metros de distancia y sea de papel. 
Con vosotros aprendí que no puede haber vergüenza cuando se trata de compartir lo mas íntimo con quien está mas asustado que tú. 
Con vosotros aprendí que la valentía provoca a la creatividad.
Con vosotros aprendí que la generosidad nace, se despliega y siempre vuelve a tu lado, enriqueciéndote.
Con vosotros aprendí a aceptar las críticas.
Con vosotros aprendí que existen famosos y anónimos. El famoso Aleph al que no entendí hasta que llegué a la última página y el anónimo compañero del taller al que entendí desde la primera letra que escribió. 
Con vosotros aprendí, divirtiéndome, que escribir es tan importante como respirar. 
Con vosotros decidí que nunca abandonaré aunque tenga que escribir sin lápiz ni papel.

jueves, 28 de julio de 2011

ALEX OVIEDO: "El último sms"

"Olvídate de mí", eran sus palabras de despedida. Un escueto sms recibido poco antes de irse a acostar. Pensó en el mensaje ya en la cama. Incluso se levantó en dos ocasiones a lo largo de la noche con las palabras martilleándole en la cabeza. Fue en vano. ¡Si al menos recordase de quién era aquel número de teléfono!

miércoles, 27 de julio de 2011

JAVIER IBARROLA: "Jean Marie"

El silencio es el perfume de la soledad. 
Cada vez que me abstraigo mirando a la gente pasar, sonriéndoles cuando sus ojos aciertan a los míos, siento el silencio, el que lleva la brisa ardiente, el que calla al ruido del agua, al juego de los niños. 
Como el de la única pareja a la que atiendo hoy. Les ha invadido el silencio áspero, el maldito de desamor. Él la llama pero ella no escucha. Me mira; le llegan las esporas del hongo lóbrego de mi soledad.
Está inclinada y observa, fumando, la plaza. La mano sostiene el gesto que provoca que el humo se arracime en su pelo. Negro y rizado. Como café.

sábado, 23 de julio de 2011

ARANTZA GORORDO: "Talleres"

–Llegamos al aula el primer día y un orangután nos estaba esperando. Así como se lo digo doctor –comentaba Fuensanta tirada en el diván del prestigioso psiquiatra–. El animal me impuso lo suyo; pero nada comparable a lo que sentí cuando Robert de Niro vino a clase. Su presencia levantó elogiosos comentarios, aunque todos los compañeros, escritores en ciernes, coincidimos en su exagerado narcisismo, pues no paró de mirarse al espejo. Se fue en un taxi compartido, ¡por supuesto! 
–Los taxis, ¿deben ser compartidos? 
–Doctor, es evidente que usted no ha asistido a un taller de escritura. 
Fuensanta, totalmente repanchingada en la chaise-longue, hablaba y hablaba de personas y personajes, de fantasías y realidades; en su cabeza la barrera que separa estos dos mundos nunca estaba bajada. El doctor iba tomando notas mientras la observaba. Sus gestos, su voz, su risa que era más una sonrisa, le encantaban. 
–He viajado por medio mundo: desde Bilbao, nuestro “bocho”, hasta la India. Me he zambullido por mares de recuerdos, algunos propios, otros ajenos. ¡Doctor, apúntese el próximo año! Se lo recomiendo… Sí; le vendrá bien. Ya ve yo como estoy. 
–Genial. 
–“Genial” qué: qué me ve genial o que le parece genial el taller y se va a apuntar. 
–Las dos cosas Fuensanta. 
–Bueno; debo ser sincera y decirle también que se pasan malos ratos. En una ocasión tuvimos que hablar en serio y salió de todo. Hasta el más alegre y dicharachero lleva dentro sus miserias. Mucho amor roto y antesdeayeres de la vida sin resolver. 
–Tú, Fuensanta, ¿qué escribiste? 
–¿Yo? –se tomó su tiempo para contestar y así, de paso, quitarse los zapatos– yo escribí sobre usted y… sobre mí.

viernes, 22 de julio de 2011

JAVIER IBARROLA: "Anne Laure"

Me llamo Anne Laure y vivo en un pequeño piso con vistas a la plaza Saint Michel. A mi ventana llega la vida caliente que desprende, sus conversaciones, el humo de los cigarros y tantos olores, a anís, a espliego y santolina. 
El sol se pone y la plaza se sume en una vibrante oscuridad que pugna con tres solitarias farolas. 
Sobre mi ventana, a modo de friso, hay dibujadas unas parras de hojas verdes y frutos morados. Es la última de una modesta fachada situada frente a la fuente de la plaza. San Miguel, que la corona, nos dedica, anfiteatro de contraventanas verdes y grises, su dragón eternamente ensartado. 
Jean Marie está sentado solo en la puerta de su café, inconfundible con su sombrero blanco. Una pareja le mira mientras toma pastís. En realidad es ella la que mira: las mesitas, las sombrillas de azul añil, la brisa jugando con el calor en las faldas largas de las mujeres…  a Jean Marie. 
Él sólo la mira a ella. ¡Cómo me gustaría que me mirasen así!

miércoles, 20 de julio de 2011

CARMEN ARRIBAS: "El tiempo"

Vivo ahora con añoranza de ayer. Estrujo mi memoria con deseo de convertirlo presente, alargando vida, sueños e ilusiones, que hacían brillar mis ojos con la incertidumbre de un mañana joven pletórico en sorpresas.

lunes, 18 de julio de 2011

JAVIER ORTIZ DE COSCA: "El líder"

Maialen es una de las mejores domadoras de su escuela, elegantemente guapa enamora a los niños, convence a las madres y no pasa desapercibida para los contados varones preocupados por sus hijos. La maestra prodiga su atención a los cachorros que parecen más débiles y encauza a los líderes rebeldes para que sean buena gente. En cierta manera es una loba que, por no tener hijos, convierte cada promoción en su camada. 
La escuela está en el pueblo más densamente poblado de Bizkaia, un revuelto de calle borrika, escoltas, confidentes, chivatos, policías, yonkis, traficantes, fracasados, borrachos y más policías.
Las clases como las cosechas tienen añadas; la de este año es desastrosa y Maialen está desconcertada: su método exitoso de amor y alejamiento, de premio y de castigo está fracasando.
En plena clase sin control se ha evadido; está sentada en su mesa triste y ausente.
Se le acerca Mikel, su favorito, eleva sus seis años sobre las puntas de los pies y susurrando para que no le oigan sus compañeros le aconseja:
–¡Maialen, así no, así no les das miedo!
Es el hijo de uno de los capos de la droga. Su alumno quiso ser aquel día su maestro de la vida real.
No quiso contestarle para no ablandar su reputación y  le indicó con un gesto que volviera a su sitio.
Todavía hoy la maestra recuerda al niño huérfano de un padre abandonado por sus asesinos en un vertedero y de su bella madre muerta de sobredosis.

domingo, 17 de julio de 2011

LAURA HIDALGO: "Un segundo"

Sabía que había sido un error alistarme en el Ejército. Se me está cayendo el pelo. Tengo miedo a matar y miedo a que me maten. Dicen que antes de tomar cualquier decisión equivocada, siempre gozas de al menos un segundo de reflexión en el que puedes pensarlo mejor y tal vez evitarlo. Había lanzado la anilla y me había quedado con la granada en la mano.

martes, 12 de julio de 2011

JIG SARMENTERO: 'Estatua'

Son las ocho y media de la mañana del dos de junio del dos mil once y ya está sentado en un alféizar. Junto al museo arqueológico. Tiene las zapatillas del mercadillo desabrochadas, viste un jersey fuera del tiempo, corte de pelo miércoles del jubilado. Sea la hora que sea; te lo encuentras en Iturribide, tomando un penoso txikito de cosechero, solo, junto a los tenderos que ni siquiera le hablan. La senda de los elefantes ha perdido mucho. De catedral para el rito alcohólico juvenil a reducto de heavys, moros y perdedores. Deambulando. Vida tirada. Como si nada existente sobre la faz de la tierra pueda distraerle de su actitud obstinada, su falta de actitud. Una mueca de disgusto da paso a una sonrisa cómplice, cuando veo a ese figurante de mi barrio, sin papel que ensayar en la comedia del absurdo. 

Jig Sarmentero. Nacido en Bilbao en 1965. Licenciado en Bellas Artes por la UPV en 1984. Experto Universitario en Criminología por la UNED en 2009. Proyecto BILBAORELATA, taller de literatura Minimalista en 2011.

jueves, 7 de julio de 2011

JAVIER IBARROLA: "Le Saigon"

En la fachada sucia y amarilla del café Le Saigon en Foulcalquier hay sentado un hombre con camisa verde, pantalones anchos bajo las rodillas y sombrero blanco. Va descalzo y sonríe cuando le miras. 
El café Le Saigon está en una esquina de la plaza Saint Michel, bajo dos ventanas viejas con las contraventanas cenicientas siempre cerradas o abiertas a la vez.
En sus mesas se oyen los cuatro caños de la antigua fuente de agua non potable, que no son sino las gárgolas del pináculo de un contrafuerte de la antigua iglesia gótica.
No es bueno el café en Le Saigon, pero la brisa no lo sabe y cruza la plaza refrescando el aire caliente de La Provenza. Mueve unas plantitas de bambú que crecen desordenadas en un pequeño tiesto de arcilla clara, junto al hombre del sombrero blanco.
Tú lo mirabas todo, y yo a ti.

Javier Ibarrola nació en Barakaldo en 1962. Es arquitecto y trabaja en la arquitectura.

miércoles, 6 de julio de 2011

ARANTZA GORORDO: "Embeleso"

“Chica, ¿adónde vas? / Chica, a la botica. / Chica, ¿para quién? / Chica, para mi chica. / Chica, ¿qué la pasa? / Chica que está mala. / Chica, que se alivie. / Chica, muchas gracias”. De repente, me había venido a la cabeza esa cancioncilla infantil a dos voces y, con ella, toda mi infancia. Pero, ¡era imposible! Y, sin embargo, allí estaba: en el cuarto de jugar de casa, con Fina, mi amiga del alma. ¿Cómo podía yo recordar? Debía de ser un sueño, aunque… ¡tampoco puedo soñar! A pesar de todo, yo lo veo tal cual fue: Fina encuentra un caramelo; “toma” —me dice—; lo cojo, lo abro, me lo trago y me ahogo. 


Arantza Gorordo: nací en Bilbao en 1957. A los catorce años me trasladé a Madrid con mi familia. Entonces me siento sola y empiezo a escribir. Pronto me sentí acompañada, pero el gusto por la escritura no desapareció. La vida me ha hecho vivir en muchos sitios tanto fuera (Venezuela), como dentro de España (Madrid, Canarias, Badajoz..). De todos guardo recuerdos. Hace diez años vuelvo a Bilbao. Estudié historia en la Complutense. Me casé y tengo tres hijas.

martes, 5 de julio de 2011

JAVIER ORTIZ DE COSCA: "Dos amores"

Es un matrimonio que parece perfecto, no destaca en nada. Hablan con todos de esas conversaciones agradables que no hacen mal a nadie: el tiempo, la carestía, la crisis, la falta de solidaridad de los jóvenes, la inutilidad de los políticos, la importancia de la salud… 
Sus comentarios son tan moderados que no evitamos compartir el ascensor con ellos ni los vecinos más tímidos. 
Al igual que nosotros tampoco tienen ya a los hijos viviendo en casa y su acompañante asiduo es un pequeño terrier blanco.
Estos últimos meses, la huesuda mano del cáncer ha tocado a dueño y perro. Ella está destrozada. Nos cruzamos muchas veces en silencio, sin hablar. Al principio empleábamos el singular. 
—¿Cómo está? 
—Le tengo con los mejores veterinarios, mañana vamos a consulta a Barcelona —dice con un brillo de esperanza en los ojos. 
—¿Y el marido?
—Ese, muy bien. 
Nuestra comunidad es muy tranquila y nos respetamos. Últimamente utilizamos el plural para dirigirnos a nuestra vecina. 
—¿Cómo están? 

Javier Ortiz de Cosca nació en Bilbao en 1943; vive en Getxo aunque es de Portugalete. No siguió el consejo de sus profesores y en vez de dedicarse a las letras se hizo aparejador. Sin embargo, la semilla que sembraron sus maestros vive en sus historias.

lunes, 4 de julio de 2011

LAURA HIDALGO: "El asceta"

Todos los días pasábamos por la misma carretera con el coche de empresa para ir al trabajo. Y todos los días veíamos al mismo hombre de barba larga y canosa en el mismo lugar, sentado en el suelo, inmóvil, sin hacer nada. Un día mi jefe se bajó del coche y le preguntó:
—Por curiosidad, ¿qué hace todos los días a la misma hora en el mismo sitio?
—Lo mismo me pregunto sobre ustedes. 


Laura Hidalgo: Licenciada en Publicidad y Relaciones Públicas. He trabajado en diversas agencias de publicidad de Bilbao. También he tenido el placer de vivir en lugares tan inspiradores como India, Escocia e Irlanda.  

CARMEN ARRIBAS: "Aire y seda".

A mi querido lector le haré saber, aunque no nos hayan presentado, que con sólo tocar mi papel noto su piel de mucha calidad. Demasiada para mi tosco rango. Al deslizarse en él, me ha recordado el espectáculo de ágiles patinadores sobre hielo, aunque en un ambiente más cálido. 
Ha sido un contacto refrescante y volátil, aire y seda enlazados en un agradable roce.
Aunque no nos hayan presentado, adivino, querido lector, que su gesto es fiel retrato de su finura. Y, aunque leve y fugaz, se ha imprimido con tinta invisible y permanente, en las breves líneas de este desconocido autor.

Carmen Arribas Rodríguez. Nació en Bilbao. Se licenció en Derecho en la Universidad de Oviedo, realizando posteriormente estudios en la Escuela de Práctica Jurídica de Deusto. Ha ejercido la abogacía.

viernes, 1 de julio de 2011

MARÍA SERRANO: 'No hay función'

¡Tachan!... Al ritmo de indomables sueños de juventud, las inexpertas manos de Paco, el Telonero, alzaron impetuosamente el terciopelo. Sería allí, bajo la sólida tarima, donde, hasta que el padre los descubriera por ruidosos, lograría ocultar sus amoríos con la Sole. Y donde Isabelita, abochornada, le anunciaría entre bastidores que un comediante de nombre imposible de pronunciar le había arrebatado su honra. También sería allí, en uno de los endebles asientos de la primera fila, donde, creyendo terminada su tarea, se sentaría; y donde la cortina, tímida al principio y luego desatada, lo abrazaría con ímpetu mortífero. La función había terminado.

María Serrano nació en 1971 en Bilbao. Es enfermera y licenciada en antropología social y cultural.  

PATRICIA MILLÁN: 'Abismo'

Es extraña esa sensación de dejadez, cuando la mortífera señora te envuelve con lazos de seda, engañosos, cual musicales quimeras de cola de pez.
Bajo su mirada, un suelo que alcanza en apenas unas fracciones de segundo. Sin tiempo a despedirse, a una última palabra, a un suspiro de alivio o de arrepentimiento. Como único obstáculo, una barandilla antigua de forja, con aire envejecido, fácilmente salvable. 
Más que avanzar, se arrastra milímetro a milímetro por el suelo de baldosa cerámica. Cada movimiento la acerca un poco más al fin, y la mezcla de ansiedad y emoción se confunden en ella. En un acto inconsciente, o tal vez mecánico, de tan interiorizado. Todo se desdibuja como una dulce neblina: causas y consecuencias.
El ansia de vida se refleja en un postrero y desesperado bombeo de adrenalina. Su oído se agudiza, buscando señales, conexiones lejanas con el mundo olvidado que la traigan de vuelta.Bajo su mirada, el vacío. Un último paso, una última decisión. 


Patricia Millán. Bilbao, 1982. A pesar de una vocación innata por las ciencias, siempre he sentido atracción por el olor a papel añejo de ediciones descatalogadas. Ahora busco un hilo de unión entre ambas disciplinas, no por distintas incompatibles.

SOL AGUIRRE: 'El espíritu del viejo almacén'

"La culpa fue de mi cuñado. El muy cobarde, cuando el incendio del año diecinueve tuvo miedo de perder su empleo. Nunca dijo que yo estaba durmiendo en una de las cúpulas que dan a la plaza de Arrikibar. Se lo agradeceré eternamente.
La única muerte oficial fue la de un pobre bombero. Mis cenizas quedaron mezcladas con los restos del incendio. Nadie me enterró y mi espiritu se quedó aquí para siempre.
La suerte no está unicamente en nacer en el lugar y momento adecuados. La mayor fortuna es morir en un buen lugar y poder permanecer allí.
En los primeros tiempos, me dedicaba a asustar a los licoreros, que estaban en el tercer piso. Luego vino la guerra. Pasé mucho miedo cuando el Gobierno Vasco almacenó explosivos aquí, en las cúpulas.
Años después me enamoré. Ella solía sentarse en un banco de la plaza. Usaba unos sombreros preciosos. Un día de junio, dejó de venir.
Después de décadas de aburrimiento, soporté las obras de rehabilitación con paciencia y mucha esperanza.
Nunca hubiera soñado el destino que me esperaba.
Yo no era más que un mulero de Baños de Rioja que traía los pellejos de vino al almacén  de Bilbao."

 
SOL AGUIRRE,  nació en Bilbao.
Estudió Sociología en la Universidad de Deusto y posteriormente, Interiorismo en I.A.D.E.
Ejerce como diseñadora de interiores.
Desde hace años, escribe crónicas sobre la Historia de Bilbao que envía por internet a sus amigos y familia.
Ha participado en varios talleres de escritura. A veces firma con el seudónimo de María Benedetti.

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